HIJA DE ESPARTA

ESPARTA LA CONVIRTIÓ EN UNA GUERRERA LETAL. ¡AHORA LOS DIOSES LA NECESITAN PARA SALVAR EL MUNDO! En esta reinterpretación del mito griego de Dafne y Apolo, Hija de Esparta, la primera novela de Claire M. Andrews, convierte la mitología tradicional, eminentemente masculina, en una aventura emocionante y llena de empoderamiento femenino. Dafne tiene diecisiete años y se ha pasado la vida ejercitando su cuerpo y su mente para convertirse en una guerrera, con la esperanza de ser aceptada por los severos habitantes de la antigua Esparta. Pero un encuentro inesperado con la diosa Artemisa dará un vuelco a esa vida que tanto se ha afanado por construir. Nueve objetos misteriosos han sido sustraídos del monte Olimpo, y si Dafne no logra encontrarlos, los menguantes poderes de los dioses se desvanecerán, el mundo mortal se sumirá en el caos y su hermano perderá la vida. Guiada por el hermoso y arrogante dios Apolo, Dafne emprenderá un viaje que la conducirá desde el laberinto del Minotauro hasta la enigmática Esfinge de Tebas, donde se unirá a leyendas mitológicas tales como Teseo y la amazona Hipólita, en una gesta que la llevará a enfrentarse con los mismísimos dioses.

Dafne nunca ha sido aceptada por Esparta a pesar de estar dispuesta a entrenar y luchar por ellos. Siempre la han tratado como a una motaz - no espartano - por lo que siempre ha habido miradas recelosas cuando estaba cerca. Cuando su hermano no se presenta a las Carneas (unas carreras masculinas donde el objetivo es atrapar a un venado, si lo atrapan significa un año excelente para las cosechas y el ejército, si no, el año será complicado) Dafne es la elegida para sustituirlo y cuando se adentra en el bosque se encuentra con la diosa Artemisa, que ha transformado a su hermano en venado y para que este recupere su forma humana debe emprender un viaje con Apolo para ayudar a los Dioses del Olimpo, pues estos están perdiendo sus poderes y una amenaza los acecha. Dafne deberá emprender con viaje que pondrá en riesgo su vida en más de una ocasión y que la ayudará a descubrir cosas sobre su pasado. 

Cuando vi que la editorial iba a publicar este libro, lo primero que me llamó la atención fue su portada y cuando leí la sinopsis y vi que había mitología, pasó a mi lista de pendientes. Así que cuando en Navidad lo vi en la librería, no me lo pensé. Luego empecé a verlo por instagram y las críticas no era muy buenas, eso hizo que me picara aún más la curiosidad. Siento decir que no ha sido lo que esperaba. 

Hija de Esparta está narrado en primera persona siguiendo la perspectiva de Dafne durante 400 páginas, 47 capítulos y un epílogo. Este dato para mí es una de las cosas que fallan, se me ha hecho largo - podía quedarse perfectamente en 300 páginas - y hay varias etapas del viaje de Dafne que no me han aportado nada. 

Nuestra protagonista realiza un viaje bastante largo para llegar a su destino - o a parte de su destino - podría resumir la historia en: viaje, contratiempo, afrontar una prueba y nuevo destino. 

Porque para que los dioses recuperen sus poderes, Apolo y Dafne deben de recuperas a las ninfas que han sido secuestradas del jardín del Olimpo, así que para encontrar a las ninfas deberán afrontar una serie de pruebas - enfrentarse a un Minotauro, a la Esfinge de Tebas y más mitos - y siempre terminará con Dafne dando el golpe vencedor. 

Tengo que reconocer que al principio la historia me estaba resultado entretenida, es un libro entretenido y que se deja leer, aunque al mismo tiempo sentía que no me aportaba gran cosa. Pero conforme van pasando los capítulos e iba viendo que la autora seguía siempre el “mismo patrón” empecé a cansarme y deseaba con todas mis ganas acabar el libro. 

Y es que mi gran pega viene con Dafne: no he conseguido conectar con ella. Tiene tantas ganas de demostrar su valentía, todo lo que ha estado entrenando y de gritar a los cuatro vientos que pertenece a Esparta que resultaba un poco exasperante. Incluso era capaz de “retar” a los Dioses con los que se encuentra en su viaje como si fueran un simple humano. Como os podéis imaginar, para que Dafne pueda enfrentarse a todo y a todos, tiene que ser un poco especial; y es que sabemos que su padre era alguien importante - no es quién os podéis estar imaginando - así que la autora nos invita a descubrirlo en el siguiente libro. 

Durante todo el viaje, Apolo acompañará a Dafne, y él sí me ha gustado un poco más pero cuando se ponía en modo conquistador y le mostraba a Dafne lo que sentía por ella, eso no me lo creía. Y es que sí, entre ellos crece una relación porque la historia es una reinvención del mito de Dafne y Apolo, y no me ha resultado nada creíble. 

Una cosa que me sacaba mucho de la lectura eran expresiones que Dafne tenía hacía Apolo; alguna que otra vez se dirigía a él como “el chulo de Apolo” o “ahí viene Apolo con su cara de chulo”; ese término me molestaba porque me sacaba completamente de la lectura. 

Sé que la autora quería dar voz a las mujeres de la antigua Esparta, que todo el protagonismo recayera sobre una y la historia girara en su entorno, pero para mí Dafne es demasiado: como he dicho antes es la más valiente, la mejor luchadora, todo lo acaba resolviendo ella… y llega un momento en el que cansa. 

Hija de Esparta ha sido una lectura sobre mitología que me ha decepcionado. Una historia que empezó bien, siendo entretenida, pero poco a poco empezó a ser repetitiva y aburrida. No voy a leer la segunda parte. Tengo que sacarme la espinita de la mitología, así que tocará leer otro libro, pero de cierta forma se deja leer. Dudo mucho que vaya a leer la segunda parte, al igual que dudo volver a leer algo de la autora.