LA PARTE MÁS OSCURA DEL BOSQUE

En pueblo de Fairfold, concretamente en el bosque, hay un ataúd de cristal y dentro de él hay un chico con cuernos en la cabeza y orejas puntiagudas que lleva dormido años. Hazel y Ben, desde que eran pequeños, han fantaseado con la de idea de que este chico era un príncipe y ellos sus valientes caballeros. El lugar dónde se encuentra el ataúd es lugar de reunión de los jóvenes de Fairfold y también un gran atractivo para el turismo, y es que los habitantes del pueblo conviven en armonía con lo feéricos, aunque siempre hay que tener cuidado con estos seres; no hay que hacer tratos con ellos ni tampoco bajar la guardia en su presencia. Un día como otro cualquiera el ataúd de cristal aparece roto y el chico que dormía en su interior ha desaparecido, Hazel y Ben saben que tienen que encontrarlo pues algo raro está sucediendo y él puede tener las respuestas a sus preguntas. 

Conocí el libro cuando la editorial envío la nota de prensa, antes de eso no sabía de su existencia; luego vi que era una historia autoconclusiva y que estaba ambientada en el mismo universo de Los habitantes del aire. Mi sorpresa fue cuando llegó un paquete sorpresa a mi casa con el libro y un envío precioso.

La parte más oscura del bosque está narrado en tercera persona siguiendo la perspectiva principalmente de Hazel, pero también tendremos capítulos narrados por Ben, su hermano, y Jack, el mejor amigo de Ben y algún que otro personaje más. A lo largo de la historia veremos cómo el chico feérico acaba dentro el ataúd, la relación de Hazel y Ben como hermanos, tanto de cuando eran pequeños como en la adolescencia, también conoceremos más sobre Jack y por su puesto de los feéricos que habitan en Fairfold. El libro está compuesto por 423 páginas, 22 capítulos, un prólogo y un epílogo. La extensión de dichos capítulos es normalita, aunque habrá algunos largos, pero no nos importará porque estaremos tan dentro de la historia que no nos daremos cuenta. 

Ya había leído antes a la autora, en su trilogía de Los habitantes del aire y en la de Los obradores de maleficios, dos historias completamente diferentes. Este es el séptimo libro que leo de ella y me ha gustado mucho, lo he disfrutado de principio a fin. Su pluma siguiendo siendo ligera, amena, con las descripciones justas pero con un toque de magia para atraparte entre sus páginas. No sabía que necesitaba volver a leer algo sobre los feéricos hasta que empecé este libro. 

Siento que la verdadera protagonista del libro es Hazel, pues es la que más peso e importancia tiene en la historia. Incluso he echado un poco de menos un poco más de protagonismo de Severin, el príncipe feérico, pues su apariciones son bastantes esporádicas, más o menos un poco como Cardan, que es el protagonista de una trilogía en la que aparece poco, o por lo menos yo lo siento así. 

Hazel y Ben, a pesar de ser hermanos, tienen tantos secretos ocultos el uno del otro, que sabes que en algún momento la cosa explotará. Me hubiera gustado saber más de Ben, o que éste tuviera más presencia en algún que otro momento de la historia. Hazel me parece un personaje fuerte, valiente, inteligente aunque hay momentos en los que prefiere hacer las cosa a su manera y no hacérselo saber a nadie. Jack también me ha gustado bastante, pero me hubiera gustado conocer más su faceta en Faerie, el lugar donde habitan los feéricos, siento que usa una careta debido a las circunstancias y saber adaptar muy bien su personalidad. No puedo decir más sobre él porque sería spoiler. 

Como he dicho antes es un libro autoconclusivo, incluso podéis leerlo sin haber leído la trilogía de Los habitantes del aire, no hay nada que los una a excepción del universo o el mundo, como queráis llamarlo. Solo hay mención a un personaje, pero no tiene importancia en la historia. Así que si os llama podéis leerlo, si os llama la atención y no habéis leído la trilogía anterior. 

Me ha sorprendido muchísimo los giros que la autora plantea en la historia. Literal que a mitad de libro o así, hay un giro al final de un capítulo que no vi venir, ni siquiera se me pasó por la mente y cuando lo leí lo único que pude decir fue: WTF. A lo largo de la lectura hay varios y es algo que he disfrutado bastante y que en la anterior trilogía de los habitantes del aire, siento que no había tantos. 

En cuanto al aspecto romántico, hay dos relaciones, pero no diré de quiénes. A una de ellas le encuentro sentido, aunque no es de las mejores que he leído; sin embargo, con la otra relación siento que es un poco forzada pues dichos personajes se conocen bastante poco, han intercambiado solo un par de conversaciones y un par de horas juntos. Siento que esto no tenga sentido, pero si intento explicarlo mejor, habría spoiler de por medio y no quiero eso. 

La parte más oscura del bosque ha sido una lectura que he disfrutado muchísimo, de principio a fin. La autora presenta varios giros que no esperaba. Ha sido toda una sorpresa este libro y estoy encantada de haber vuelto al mundo de los feéricos.